lunes, 25 de febrero de 2013

ANTE TODO UNIDAD

Enrique Peña Nieto en el homenaje a la Bandera

Por  Guillemo Bernal Franco

En nuestros  comentarios anteriores hemos expresado que la Unidad Nacional nos dará fortaleza para que México logre los objetivos de superación. Bien sabemos  que dentro y fuera de nuestra patria tenemos enemigos de México que están al servicio de intereses mezquinos que ponen obstáculos a todo lo que representa el bienestar de la nación.

Enrique Peña Nieto es un buen Presidente que tiene gran interés de que México se supere día con día. Es importante señalar con índice de fuego  a quienes hacen política sucia que sin respetar investiduras se comportan como traidores a México.

La actividad política requiere responsabilidad y un alto sentido nacionalista que permita dar solución a los grandes problemas nacionales.

Unidad,  es el llamado de todas las fuerzas políticas responsables, para frenar las acciones de los enemigos de México, no podemos permitir que resentidos que viven en el exterior y comparsas que sirven a negros intereses en el interior como en antaño nos dividan y hagan daño   a México.

Las lecciones que la historia nos ha legado nos deben de servir para estar Unidos ahora y siempre.

No nos extraña que cuando los enemigos de México vieron que va en serio la transformación del país demostraron  mezquinidad  y  oposición al progreso de México.

El homenaje a la Bandera  que encabezó el presidente Enrique Peña Nieto,  es un mensaje para fortalecer la unidad  de los mexicanos, que debemos estar alertas de los falsos redentores que gozan de privilegios y que solo responden a sus intereses y no de la sociedad.

Nada contra las Instituciones, Nada contra el Pueblo, Unidad ante todo.

Los que en su momento no respondieron a las demandas de la nación, ahora quieren dar lecciones de sabiduría, asi como los  que han perdido la confianza  de los electores ahora pretenden con falacias  entablar estériles discusiones, sin sólidos argumentos.

No hay otro camino que la  Unidad Nacional para hacer frente a los enemigos de ayer y hoy.